Nunca hubiéramos imaginado que algo tan habitual como es ‘La vuelta al cole’ iba a ser un tema tan controvertido. Están siendo meses difíciles a rasgos generales y cada vez son más ámbitos los que se ven afectados por la Covid-19. La vuelta al cole siempre supuso el inicio de una nueva etapa, de la vuelta a la rutina con las pilas recargadas. Ante un verano totalmente inusual, en España, hemos tratado de aceptar esta normalidad tan extraña para continuar con nuestras vidas de la mejor manera posible siempre cumpliendo con las medidas sanitarias establecidas por nuestro Gobierno.

Entre tanta polémica, la vuelta al cole ha llegado y los más pequeños de casa han tenido que regresar a las aulas. Parece que queda lejos el mes de marzo cuando se produjo el cierre definitivo, teniendo que readaptar nuestra manera de entender la educación. Pero hemos tratado de aprender de ello y ahora hay que aceptar esta nueva normalidad.

¿Cómo podemos adaptarnos mejor a esta nueva normalidad?
Como muchas otras veces os hemos recomendado, la actitud es una de las cosas que debemos tener en cuenta a la hora de manejar este tipo de situaciones. La incertidumbre y el miedo parece que se han incorporado a nuestra rutina y es justo esto lo que más tenemos que controlar. Debemos de actuar en consecuencia a la situación que estamos viviendo pero sin olvidar que tenemos que avanzar.

Por este motivo, debemos mantener a raya todos esos miedos, revertirlos y actuar con positividad. Nuestra cabeza nos lo va a agradecer y aunque no lo creas nuestro cuerpo también.

La alimentación como base de nuestro bienestar personal.
Hace un par de meses, hablamos de cómo la alimentación influye en nuestro estado de ánimo y una vez más, nos reafirmamos en esta idea puesto que nuestra alimentación ayuda a sentirnos con la cantidad de energía necesaria para afrontar un nuevo día. La elección adecuada de los nutrientes necesarios para nuestro organismo es fundamental para las células de nuestro cerebro. Pero no solo esto porque nuestro cuerpo, también necesita de la práctica deportiva. No solo te lo agradecerá tu corazón, también lo harán tus neuronas.

¿Problemas de concentración?
Como decíamos al principio de este artículo, la vuelta al cole implica regresar a nuestra rutina y con ello, a nuestros quehaceres diarios. ¿Te sientes con falta de energía? ¿Te cuesta concentrarte? Una vez más, nuestra alimentación tiene parte de culpa. Establecer una rutina en nuestra alimentación también debe ser una tarea más que añadir a nuestro día a día. Lo conveniente es fijar un horario en el que nuestro cuerpo se habitúe a comer siempre a las mismas horas y evitar con ello todo tipo de excesos que son contraproducentes para nuestro cuerpo.

En un artículo en la sección de Economía de El País, hablan de un estudio publicado en 2015 en la revista European Journal Of Nutrition donde investigadores de diversas Universidades, analizaron cómo existía una relación muy estrecha entre las notas y el empleo de la dieta mediterránea. Y es que, a grandes rasgos, los jóvenes suelen tener una dieta baja en cereales, frutas y verduras lo que provoca que su alimentación esté centrada en su mayoría en carne procesada, dulces y refrescos. De esta forma, si un joven estudiante sigue en mayor o menor medida una dieta mediterránea, estará incorporando alimentos ricos en propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.

Los nutrientes más necesarios para la época de estudios son aquellos que cuenten con vitaminas del grupo B, sobre todo la B12 y D. También es de suma importancia consumir alimentos que contengan un buen porcentaje de magnesio y selenio.

¿Qué alimentos deben de formar parte de mi dieta en época de estudios?
La dieta mediterránea siempre será una buena aliada para mantener nuestro cuerpo correctamente. A continuación, os vamos a detallar una serie de alimentos que son recomendables consumir en época de estudios o de un mayor estrés.

Incorpora verduras como por ejemplo el brócoli ya que es rica en antioxidantes, minerales y vitamina K.
Frutas como por ejemplo los plátanos destacan por su alto contenido en potasio y vitamina C.
Los arándanos y las nueces son ideales para cuidar nuestra memoria y para reducir el estrés, esto es debido a la cantidad de antioxidantes que poseen.
El pescado azul, como por ejemplo el salmón es ricos en ácidos grasos Omega-3 los cuales mejoran nuestra concentración. También otros pescados como la caballa o el atún tienen importantes beneficios para nuestro organismo.

¿Qué tipos de alimentos debemos evitar?
Aunque parezca una obviedad, hay cosas que es mejor evitar. Por ejemplo, los dulces deben ser algo puntual y no algo habitual. Su contenido en grasas poco saludables no nos beneficia y solo nos aporta azúcares refinados. También debes evitar comidas copiosas, esto hará que la digestión sea aún más lenta y que nos sintamos hinchados. Reduce la cantidad de bebidas con azúcares o excitantes.